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Hijas prestadas: Reseña Fragmentos de una mujer (2020)


Ninguna madre sabe cuánto vivirán sus hijos. Existe incluso una expresión según la cual solo los tienen prestados, y el tiempo de ese préstamo puede durar desde unas horas

hasta varias décadas. Guadalupe Nettel

Tania Rivera

La muerte es probablemente una de las pocas certezas que nos quedan en esta pandemia. A pesar de ello, es claro que esta certeza nos gusta ceñirla a parámetros reconfortantes: nacemos, vivimos una vida larga y luego morimos, sin embargo, tal como nos revela Guadalupe Nettel en su novela La hija única (2020), no sabemos enfrentarnos a la pérdida de un bebé, “no existe una palabra para los padres que pierden a sus hijos. […] Es algo tan temido, tan inaceptable, que hemos decidido no nombrarlo” (p.42). No obstante, la película Fragmentos de una mujer (2020) nos obliga a recordar que aun en las vidas nuevas cabe la fragilidad y el dolor.

En este drama dirigido por el húngaro Kornél Mundruczó, conocemos la historia de Martha (Vanessa Kirby) y Sean Carson (Shia LaBeouf), una pareja que espera con ansias el nacimiento de su bebé, el cual fallece ante complicaciones –aparentemente inexplicables—en un parto casero. El duelo y la fractura de la pareja se unen a la batalla legal contra la comadrona que los estaba auxiliando, para darnos un extenso estudio sobre la maternidad, haciendo énfasis diferentes aristas que en general suelen ocultarse, como la rabia y la tristeza.

Fragmentos de una mujer también expone la imposibilidad de comunicación en las parejas. En ese sentido, destaco la disolución del vínculo entre Martha y Sean ante la pérdida de un proyecto de vida común, simbolizado en su hija. Los primeros minutos del film nos presentan un matrimonio feliz –aunque no ajeno a problemas externos, como la suegra—y dispuesto a formar una familia. Sin embargo, con la muerte prematura del bebé se evidencia que toda la relación estaba cimentada en la perspectiva de ser padres: no les queda nada en común que les haga estar juntos. Asimismo, la vivencia del dolor saca a relucir los aspectos más negativos de la personalidad del matrimonio Carson: Martha tiende al silencio, la apatía, la interiorización del dolor. Sean, en cambio es ruido, gritos, violencia y deseo.


Este quebranto en la comunicación es presentado de manera paulatina, en oposición a la rapidez de la muerte. Es a partir de los detalles, las pequeñas acciones y el paso del tiempo que las líneas divisorias entre la pareja se acrecentan y parece dejar como único vestigio de la unión la culpa ante el fracaso.

Fragmentos de una mujer, es además una exploración diversa sobre la maternidad, por ejemplo a nivel técnico, hay que destacar el gran plano secuencia que presenta en 23 minutos el parto de Martha, y no únicamente por el despliegue de producción necesario para realizarlo o las actuaciones, sino por retratar el alumbramiento de una manera natural, contrario a como estamos acostumbrados a verlos en otros medios visuales. Usualmente, en el cine solemos escenas con partos “cómicos” o “dramáticos”, o es todo el dolor del mundo o es un alivio divertido dentro de una comedia.

El film también cuestiona hasta qué punto la maternidad es privada y pública. Solemos ver a las madres como centro de la convivencia social, ya que todos alrededor de la futura madre exigen ser parte de la crianza. Bajo este orden de ideas, la muerte de Yvette –así es como bautizan post mortem al bebé– se convierte en un acto público que “compete” a toda la familia, especialmente a la madre de Martha quien insiste en llevar a juicio a la partera. No obstante, conforme avanza la película, se cuestiona el verdadero impacto en la familia ¿realmente le afecta tanto a la casi abuela la muerte de Yvette o es que insiste en acaparar un dolor que no es suyo?

Por lo anterior, en esta película se explora además la relación con la madre y la percepción de la sociedad respecto a la maternidad. En un momento clave de la película, Martha grita a su madre que toda la molestia de este asunto es porque ha fallado como mujer al no poder cumplir con el rol materno esperado y explica cómo tiene que lidiar con la compasión y falso apoyo de desconocidos. Este enfrentamiento madre-hija es interpretado por Vanessa Kirby y Ellen Burstyn, interpretando espléndidamente, siendo las actuaciones uno de los puntos fuertes de esta cinta.

No obstante, podría dar la impresión de que Fragmentos de una mujer está destinada al público femenino, situación ajena a la realidad. Si bien esta película da mayor foco a las mujeres, también expone los problemas del rol masculino. Sean no sabe cómo lidiar con el dolor y se precipita a tomar decisiones que buscan — ¿inconscientemente?—destruir la vida que había construido con Martha. La aparente deconstrucción y lucha por crear una vida socialmente satisfactoria se quiebra dando paso a la frustración. Nettel asegura que “cuanto más queremos a una persona, más frágiles y más inseguros nos sentimos a causa de esta” (pág. 18), pero parece que Sean es incapaz de aceptar su propia fragilidad e incertidumbre.

Sin embargo, si todo lo anterior aún no resulta suficientemente atractivo, hay que señalar que este film es ante todo un ensayo sobre la pérdida y lo difícil que es vivir con sus vestigios. Después del parto, Martha tiene que vivir con un cuerpo que le recuerda a través de sangre y leche que hubo un bebé y que ya no está. Así pasa con la muerte, en esos casos las palabras vacías que invitan a seguir adelante son sólo eso: palabras vacías. A pesar de ello, Fragmentos de una mujer desliza la esperanza al final, no a partir de la positividad tóxica, simplemente como dice la madre de Martha, a veces lo único que hay que hacer es “levanta la cabeza y pelea por ti.


Referencias

Nettel, G. (2020). La hija única. España: Anagrama

Scorsese, M. (productor) y Mundruczó, K. (director). (2020). Fragmentos de una mujer [cinta cinematográfica]. Canadá- Hungría: Bron Studios, Creative Wealth Media Finance.


Tania Hernández Rivera (Xalapa, Veracruz 1997). Estudiante de Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Veracruzana. Cuentos suyos han aparecido en revistas como La Sirena Varada, Tintero Blanco y Metáforas al aire. Ha obtenido menciones honoríficas en el 7° Concurso de cuento infantil y juvenil de la Editora del Gobierno del Estado de Veracruz (2017) y en el Premio Nacional al Estudiante Universitario en la categoría relato Luis Arturo Ramos (2020). Actualmente es columnista en la revista Espora de la UDLAP y dirige la revista digital Pérgola de humo.


Fotografía: Netflix


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