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pergoladehumo

Si aquí, mil veces Miguel volviera


Quetzalli Domínguez


A MIGUEL L. G ASESINADO

EL 16 DE MAYO DEL 2019

A MANOS DEL CRIMEN ORGANIZADO EN VERACRUZ.


Miguel: te he llamado esta noche para hablarte del tiempo

y del río seco que somos,


de lo poco que ha reverdecido el pueblo después de ti


Han mandado voces ancestrales a liberarte un poco

de esta carga que suplican se haga etérea

rezan con voz suplicante

al dios que te mató.


¿Por qué me hablan aquí al oído?

con el izquierdo oigo lejanas sus voces

con el derecho solo escucho el sonido del río al que no me llevaste

No puedo rezarte con el habla, Miguel.

no quiero

ni quieres

te pregunto y dices que no te sirve de nada

ya, ésta, mi voz.


¿Dónde te quedaste?

Si aquí fue el cuerpo

sobre la cama tendida de sangre

que se mezcló con las lágrimas de tu padre

y las plegarias de tu madre


Si aquí tirada la camisa azul turquesa

que llevabas puesta esa tarde a las tres y media

hora aciaga

donde soltaste la broncínea arma de tu cuerpo

¡Oh! Guerrero


Si aquí regada también

Sobre el campo caliente de mayo

tras estos doce meses que te nombran

Yo

que no soy nadie ni fui alguien,

que no caminamos en las calles ni reímos frente a todos,

que no me emborraché ni terminé en la cama contigo,

Aquí estoy, llorándote.


Miguel, mil veces amado

mil veces llorado,

¡Cómo puedes estar allá tan solo con puros huesos!

quisiéramos mejor estar ahí tu abuela y yo,

y no aquí sentadas una junta a la otra mes con mes

día dieciséis

repitiendo palabras sin sentido que van cansando

en la medida que se nombran.


Hoy me he rehusado a estar en este cuerpo que arde

al cual se le pudren las cuencas de los ojos

que soy y tengo

y no tengo.


Quisiera mejor meterme en esa caja

y abrazarte entre mis piernas

para que estés en un lugar calientito

donde tu negra carne no sea ya

para los gusanos que se han llenado de ti, glotones,

alimento.


Miguel, si te preguntan ahora que a dónde iremos

dirás que a ver el mar

diré que sí, que esta vez sí y todas las veces.


Ya no hay trabajo Miguel, ni tiempos perdidos, ni viejos amores encarpetados,

ahora que ya puedo verte

tampoco hay cuerpo que responda cuando llamo Miguel López Gerón

en voz alta.


Miguel, si te preguntan por tu pulmón perforado

no respondas, ni llores

no desperdicies lágrimas

que de igual manera las nuestras ya no te han de lavar la herida.




Quetzalli Domínguez Sa. (Xalapa, Veracruz, 1994) Es licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas por la Universidad Veracruzana; lectora y escribiente. Interesada en el estudio del testimonio literario y los diferentes rostros de la memoria. Ha publicado sus textos en diferentes medios impresos y electrónicos.



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