Dos poemas
- pergoladehumo
- hace 15 horas
- 2 Min. de lectura
Damián Jerónimo Andreñuk
Bálsamos azules
Palabras como bálsamos azules
en el tiempo del dolor y la tristeza.
Los demonios están cerca y busco a Dios.
Las verdades potentes de las almas más profundas.
Los lirios amarillos que deja la bondad.
La tibieza dorada de amantes que despiertan.
Siempre la vida y su canción multicolor
o sus sombras asfixiantes.
Un hornero parduzco y su tenacidad que conmueve.
Mandriles en cavernas de avaricia
donde la luz no llega.
Invitaciones naturales de un jazmín
a envolver con su quietud a lo que tiembla.
Naves ebrias de la adolescencia.
Tormenta claroscura de la adolescencia.
Una crueldad indecible
de indigente apaleado hasta el desmayo.
Una puta envejecida y sin maquillaje.
La distancia entre la sed y el desvarío.
Las promesas incumplidas como hogueras que se apagan.
La instauración implacable de la melancolía.
Una mujer con sus dos senos abundantes
como única gloria.
Unos ojos inocentes que brillan desde el Otro Lado.
Me purifican día tras día
plegarias en silencio
y pequeños rituales.
El miedo a morir torna el aire viscoso.
Rompí mis pesadillas ligándome a los astros.

Inocencia y ebriedad
Escribo para la revelación.
Para ingresar sin temblores en el fuego.
Para honrar la inocencia y la ebriedad.
Para romper los calabozos de la mente.
Dignidad de boxeador que se levanta.
De azucenas que se secan sin lamentarse.
Falso como un hacha de cartón, un espejismo.
Como un oropel fosforescente.
Como el palacio frío de la vanidad.
Como un beso maldecido de Judas.
Como un coito mecánico.
Como un poema sin filo ni magia ni pasión.
Como un romance que no fluye.
Como un amor que no abriga.
Verdadero como las tempestades en el mar.
Como la emoción absoluta en la niñez.
Como todo lo que se hace con coraje.
Como una espada casi azul.
Como un sueño.
Como el grito más rojo del instinto.
Como los buitres negros del insomnio.
Como un verso de Bukowski
u Olga Orozco.
Como la gloria celeste que se perpetúa.
Las trincheras del arte protegen de culebras ponzoñosas.
Nada me acorrala unido a la cruz.
Escribo para transformar una condena
en claridades que perduran.
Para desterrarme las falacias de los miedos.
Para recordarme los seres que me salvan.
Damián Jerónimo Andreñuk (City Bell, Argentina, 1986) reside en Villa Elisa, ambas localidades ubicadas en el partido de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Publicó once libros, todos a través de certámenes en diferentes editoriales: Omisiones (Raíz alternativa, 2010), Portales al vacío (De Los Cuatro Vientos, 2011), Formas concretas (Hespérides, 2013), Silencio de crisálidas (Literarte, 2015), Metástasis (Luz del alba, 2015), Vértigo insondable (Mis Escritos, 2017), Música del polen (Hespérides, 2021), Yamila (3K, 2021), Donde orinan los lobos (Fela, 2021), Dimensiones de lo breve (Mis Escritos, 2022) y Pelear contra la niebla (Trinando, 2023). Además, a nivel nacional e internacional, obtuvo distinciones en concursos y fue seleccionado para colaborar en revistas y antologías.
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