Ophelio
En esta cárcel de carne
que mi Padre gobierna
se me retuercen
los dedos
el vientre
la boca
el sueño
y me consumo
ardo en mi claustro
hasta ser arena.
-y te veo
por un espejo-
En esta celda de palabras
que mi Madre cimenta
se llora en más noches
se grita despierto y uno Cae
Ca
e
C
a
e
-y te veo
por un agujero-
como un . en una sentencia.
En esta trinchera
que mis hermanos
construyen
con sus egos dolidos
sangrantes, transpasados
anhelantes
de herir y desangrar
al desangrarse.
-y te veo
por un reflejo-
En esta cárcel que yo
sin opción
mantengo
pensando
que soy útil
que soy amado
con cada día
con cada noche
las columnas
de mi pasado
se ven
que das
bra
p o ro sa s
t
a
s
hasta que
la tierna
imagen
viene
-y te veo-
me veo
más claro
más sincero
en el fondo
del seno
del lago.
Auridicente.
Auridicente.
Isaac Garduño Cruz. Alumno del Octavo Semestre de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la FFyL de la UNAM. Participante como ponente en el Coloquio de Letras Hispánicas en su edición XIX.Miembro del Comité Académico del Colegio de Letras Hispánicas, FFyL, UNAM. Actual Becario PAPIIT.Delegado de la REDNELL ante la FFyL de la UNAM. Interesado en la Lingüística Forense, la Lingüística Computacional, y la literatura de la posvanguardia y metavanguardia.Ilustrador Digital Amateur.
Imagen: Tony Detroit on Unsplash
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