Niurbis Soler Gómez
Personajes
Luz, mujer joven, carismática y decidida, pero con miedos que no sabe cómo manejar.
Carmen, mujer joven, introspectiva y sensible, que lucha constantemente contra los prejuicios de la sociedad y consigo misma.
Escenografía
Un dormitorio sencillo, pero acogedor. Una ventana domina la escena, parcialmente cubierta por cortinas, permitiendo que entre la luz del exterior. En el centro, una cama con una mesita de noche al lado, sobre la cual descansa una lámpara que emite una luz cálida. Una silla está colocada cerca de la ventana, invitando a sentarse y a observar afuera.
ACTO ÚNICO
Escena 1
La escena comienza en la penumbra, sólo iluminada por la lámpara en la mesita de noche. Carmen está sentada en la cama, con las piernas cruzadas, mirando hacia la ventana, su expresión es de melancolía. Se escucha un ruido leve en la ventana. Carmen se levanta rápidamente y corre hacia la ventana, abriéndola con cuidado. Luz entra con agilidad, sonriendo a pesar del cansancio visible en sus ojos.
Carmen (susurrando, mientras cierra la ventana rápidamente): Luz, si alguien te ve...
Luz (entrando, aún con una sonrisa): No había otro modo, Carmen. (Se sacude el polvo de las manos y la ropa) No estoy lista para usar la puerta como las personas normales.
Carmen (con preocupación en su voz, mirándola con intensidad): No deberías arriesgarte así. (Pausa, su voz tiembla) Siempre tengo miedo de que algo salga mal.
Luz (tomando su mano, sus ojos muestran comprensión y ternura): Lo hago por nosotras, por estos momentos que nos pertenecen. (La mira a los ojos con una mezcla de amor y determinación) Sin esto, sin este riesgo, ¿cuándo podríamos estar juntas?
Carmen (mirando sus manos entrelazadas, luchando contra el nudo en su garganta): A veces... siento que esto no puede durar. Que un día...
Luz (la interrumpe, colocando un dedo en sus labios): No pienses en mañana. Ahora estamos aquí, juntas. Eso es lo que importa.
Se abrazan en silencio, el momento se alarga, cada una absorbiendo la calidez y seguridad del contacto. Un suspiro escapa de Carmen, sus miedos se disuelven en la presencia de Luz.
![Ioann-Mark Kuznietsov, Unsplash](https://static.wixstatic.com/media/383431_40e43629864a49a0bef4a0920d52af2a~mv2.png/v1/fill/w_980,h_1470,al_c,q_90,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/383431_40e43629864a49a0bef4a0920d52af2a~mv2.png)
Escena 2
La habitación está más oscura, pero la lámpara aún emite una luz suave. Luz y Carmen están sentadas en la cama, compartiendo confidencias. Luz está recostada sobre una almohada, mientras Carmen se acurruca en su pecho, sintiéndose segura.
Luz (con una sonrisa soñadora): ¿Alguna vez imaginaste que estaríamos así?
Carmen (sonríe con melancolía): No, pero... siempre lo deseé.
Luz (riéndose): ¿Incluso con la ventana como nuestra entrada secreta?
Carmen (ríe, luego se queda pensativa): A veces me gustaría que fuera más sencillo... que no hubiera necesidad de secretos.
Luz (seria, su tono es más bajo): Yo también. Pero las cosas son como son. Y por ahora, no podemos cambiarlo.
Carmen (suspira, el peso de la realidad cae sobre ella): ¿Qué haremos cuando no podamos seguir viéndonos? Cuando la vida nos alcance...
Luz (se incorpora un poco, tomando el rostro de Carmen entre sus manos): No pienso en eso. Prefiero vivir el ahora, disfrutar cada instante contigo como si fuera el último.
Carmen (acariciando su rostro con cariño, una lágrima amenaza con caer): Yo también quiero vivir así... pero el miedo... me asusta tanto.
Luz (besando su mano con ternura): No pienses en lo que pueda pasar. Sólo piensa en esta noche, en nosotras. Mañana será otro día, y lo enfrentaremos juntas.
El silencio llena la habitación, cargado de emociones no dichas, de un amor que se ve obligado a luchar contra la incertidumbre del mañana.
De repente, un ruido viene del exterior. Las dos se tensan, el miedo se apodera de sus corazones.
Carmen (susurrando, nerviosa): ¿Escuchaste eso? ¿Crees que alguien esté afuera?
Luz (manteniendo la calma): Tal vez sólo fue el viento... (Mira hacia la ventana, su rostro muestra preocupación)
Carmen (aún inquieta): No quiero seguir viviendo así, con este miedo siempre presente.
Luz (acercándose, la envuelve en sus brazos con calidez): No estás sola, Carmen. Pase lo que pase, estoy contigo.
Carmen (apoyando la cabeza en su hombro, buscando consuelo): Y yo contigo, Luz. Pero no quiero que el miedo sea lo que defina nuestra historia.
Escena 3
Es de madrugada. Luz se levanta lentamente, intentando no despertar a Carmen, quien duerme. Se acerca a la ventana, la abre y se detiene antes de salir, mirando a Carmen con tristeza.
Luz (susurrando para sí misma): Ojalá pudiera quedarme...
Carmen se despierta de repente, al ver a Luz preparándose para irse, se levanta y la abraza por la espalda.
Carmen (con la voz quebrada): No te vayas todavía...
Luz (girando hacia ella, sus ojos brillan con lágrimas contenidas): No quiero irme, Carmen, pero sabes que no podemos quedarnos así. Siempre será así... hasta que un día...
Pausa. Luz respira hondo, luchando contra el dolor.
Luz: ...No podamos más.
Carmen (apretándola con fuerza): Odio esta ventana...
Luz (sonriendo tristemente): Pero es la única que nos permite estar juntas, aunque sea por un rato.
Se miran en silencio, el dolor y el amor se mezclan en sus ojos. Luz besa a Carmen en la frente y luego, con un suspiro, se desliza hacia el exterior. Carmen se queda mirando la ventana, ahora vacía, mientras los primeros rayos del sol comienzan a asomar.
Carmen (susurrando a la ventana): Luz... vuelve...
Sólo el silencio responde. Carmen cierra la ventana lentamente, dejando caer la cortina con un gesto de resignación. Se sienta en la cama, abrazándose a sí misma mientras la luz del amanecer inunda la habitación. Una mezcla de tristeza y aceptación se refleja en su rostro.
Escena 4
Pasan los días. Carmen está más distante, como si una sombra la envolviera. Su vida sigue adelante, pero le duele la ausencia de Luz. Cada vez que entra o sale de la habitación, se detiene frente a la ventana, su mirada fija en el exterior, esperando algo que no llega. Una tarde, mientras el sol se oculta, Carmen abre la ventana una vez más.
Carmen (hablando al aire): Te lo prometo, Luz... un día, cruzaremos esa puerta juntas, sin miedo.
El sonido de la calle le responde: voces lejanas, pasos que se alejan. Carmen se queda mirando el horizonte, perdida en sus pensamientos, hasta que cierra la ventana, dejando la habitación en penumbras.
La habitación está oscura, excepto por la tenue luz que entra por la ventana entreabierta. Carmen se sienta en la cama, y con un suspiro, apaga la lámpara.
Carmen (en voz baja, casi para sí misma): Sólo queda la ventana...
Lentamente, la luz en la escena se desvanece, dejando sólo la silueta de Carmen en la penumbra. El silencio es profundo, cargado de todo lo que se ha dicho y lo que ha quedado sin decir.
La escena finaliza con Carmen sentada en la cama, en silencio, la ventana cerrada. La habitación se oscurece por completo.
Fin
Niurbis Soler Gómez (Chaparra, Las Tunas, Cuba, 1972) es poeta y narradora. Licenciada en Educación, en la especialidad de Español y Literatura, periodista y locutora, directora y asesora de programas de radio. Es además correctora, asesora literaria y especialista de cine. Ha publicado los libros de poesía Ojos del cuervo, Mutaciones del espejo, Estaciones o escapar al delirio y Autos de duda. Su obra aparece en plegables, revistas, periódicos y en diversas antologías. Actualmente vive en México.
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